Escribir es un deleite tanto para el escritor como para los lectores. Pero también es terapéutico. Canalizar nuestros conflictos, desazones y angustias a través del arte de escribir, produce una catarsis terapéutica inimaginable.
Cuando entramos en el escenario imaginario, cuando nos hacemos cargo de las aventuras del personaje que nos guiará por los senderos de la fantasía, proyectaremos en él parte de nuestros dolores y dificultades.
Todos podemos hacer el intento y ese es precisamente la intención de este blog
BIENVENIDOS!
LA COCINA DE LAS PALABRAS 
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